lunes, 17 de septiembre de 2012

Crean la inyección láser: ¿adiós a las agujas?


Un grupo de científicos ha encontrado la manera de inocular el medicamento con ayuda de un láser sin causar dolor al enfermo. El pánico de los pacientes a las inyecciones podría ser historia dentro de poco.

Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Seúl, Corea del Sur, podría revolucionar la forma en que se ponen las vacunas u otros tratamientos que conllevan la perforación de la piel con una aguja. No en vano, han creado un sistema que utiliza láser infrarrojo para inocular "la cantidad justa” de medicina a unos 30 metros por segundo.  

La sección del chorro es ligeramente mayor que la un pelo humano y, de acuerdo con el estudio, puede penetrar la piel hasta una profundidad de unos pocos milímetros, sin dañar el tejido. 

Jack Yoh, profesor de ingeniería mecánica y aeroespacial, dice que han combinado un pequeño adaptador que contiene el fármaco en forma líquida con un láser que genera una burbuja de vapor de alta presión, que actúa como un "director" de fluido, de tal forma que el mecanismo libera el medicamento a través de una boquilla pequeña. 

Aunque otros investigadores han desarrollado inyectores similares, estos se accionan mecánicamente, usando dispositivos de tipo pistón para forzar los fármacos dentro de la piel, lo que permiten ejercer menos control sobre la fuerza del chorro y la dosis del fármaco. 

“El microchorro inyector impulsado por el láser puede controlar con precisión la dosis y la profundidad de penetración del fármaco por debajo de la piel. Yo creo que el control a través de la potencia del láser es el mayor avance sobre otros dispositivos” explica el profesor. En la actualidad están trabajando con una compañía para producir a bajo coste inyectores intercambiables para uso clínico.

Fuente: RT

lunes, 10 de septiembre de 2012

El mal humor provoca enfermedades



El mal humor no sólo repercute negativamente en la vida social, sino también afecta al estado de salud, dado que tras las emociones negativas se producen una serie de cambios en el cerebro, lo que puede provocar enfermedades. 

Los especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social advierten que enojarse frecuentemente puede provocar males graves o generar algún trastorno. Por ejemplo, las personas con mal humor crónico corren más riesgo de desarrollar la diabetes y tener migrañas frecuentes. 

Según el estudio, los enojos constantes afectan fuertemente al corazón, aumentando el ritmo cardiaco, presión arterial, flujo sanguíneo y produciendo  taquicardia, y en personas susceptibles pueden llevar a un infarto. 

Además algunos individuos desarrollan problemas a nivel de la piel, como enrojecimiento y pruritos. Entre los diabéticos  la ira causa un mayor descontrol de la glucosa a nivel sanguíneo, lo que produce aún más daño renal y gástrico. 

Los psicólogos indican que desahogarse siempre ayuda a disminuir el coraje. Sin embargo, quienes sufren de mal humor de una forma constante deben buscar atención médica y evaluación psiquiátrica. 

Fuente: RT

lunes, 3 de septiembre de 2012

Trastornos en el sueño podrían ser la primera señal del Alzheimer



Científicos estadounidenses han revelado que cuando aparecen los primeros signos del Alzheimer, en el cerebro se produce un cambio en los ciclos del sueño, lo que podría convertirse en un marcador precoz de esta enfermedad. 

Los investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington llegaron a esas conclusiones, tras realizar un experimento en ratones genéticamente transformados que desarrollaron Alzheimer cuando envejecían. Los especialistas descubrieron que cuando aparecieron las primeras placas en el cerebro de los animales se alteró drásticamente su ciclo normal del sueño. 

Una de las teorías predominantes señala que uno de los responsables de la enfermedad es la acumulación de una proteína beta-amiloide, que forma placas en el cerebro. Los estudios previos demostraron que los niveles de esa proteína en el cerebro aumentan naturalmente cuando los ratones sanos están despiertos y disminuyen después que se quedan dormidos. 

Los ratones sanos solían dormir durante 40 minutos durante cada hora del día. Sin embargo, cuando las placas del Alzheimer comenzaron a formarse en su cerebro, la fluctuación de beta-amiloide cambió y la duración promedio del sueño disminuyó a 30 minutos por hora. 

«Si se comprobara en los humanos que se producen trastornos del sueño en las primeras fases del Alzhéimer, esos cambios podrían presentarnos una señal fácilmente detectable de la enfermedad», indica David M. Holtzman, coordinador de la investigación. 

Hasta ahora los médicos podían detectar la enfermedad cuando los pacientes ya presentaban problemas de memoria o trastornos cognitivos y el Alzheimer ya estaba en sus etapas avanzadas. Con este nuevo hallazgo los especialistas podrán comenzar a tratar a los pacientes en las primeras etapas de la enfermedad.

Fuente: RT